Visa H, conocida como Visa para Profesionales

Una persona de negocios que no se ajusta perfectamente a la categoría de visa de traslado intra-compañía L-1, podría solicitar una visa H, de la que existen 3 clases. Lo que esas visas tienen en común es que son solicitadas por una compañía estadounidense con la finalidad de que un extranjero pueda trabajar en la compañía solicitante, con un propósito en particular y por un tiempo determinado.

Visa H-1

Esta visa es para profesionales e individuos que tengan por los menos un título universitario (o equivalente) en su especialidad, para trabajar como empleados fijos en una compañía estadounidense en una posición relacionada con su profesión. El profesional obtendrá permiso para trabajar para el empleador (el solicitante) y la familia inmediata del profesional también podrá vivir en Estados Unidos. La equivalencia laboral del título universitario se basa en que cada tres años de ejercicio profesional equivalen a un año de estudios. La visa H-1 es válida por un máximo de 6 años. Mientras el profesional tenga esta visa puede intentar otras opciones para obtener residencia permanente, si así lo desea. Los arquitectos, ingenieros, abogados, médicos, cirujanos y maestros, así como otras ocupaciones que puedan ser clasificadas y documentadas como “profesionales” están incluidas. Es importante resaltar que una persona no sólo debe ser profesional, sino que el trabajo ofrecido debe requerir los servicios de un profesional; es decir, si el solicitante es un profesional, pero el trabajo ofrecido no es profesional o requiere de habilidades de otra índole, no le será otorgada la visa.

Los animadores, artistas y personas famosas en su terreno en particular son a menudo calificados como extranjeros de méritos y habilidades distinguidas. Hay que presentar documentos para demostrar que, efectivamente, el solicitante es famoso.

Visa H-2

La visa H-2 es para trabajadores en general. Otorgada por un año, esta visa es concedida a un trabajador extranjero que ingresa a Estados Unidos para desempeñar servicios de naturaleza temporal. La palabra temporal es aquí muy importante, ya que el empleador estadounidense debe demostrar que sólo necesita al empleado extranjero por un tiempo limitado. Por ejemplo, un empleador estadounidense que ha comprado una maquinaria en el exterior y necesita los servicios de un extranjero para la instalación de dicha maquinaria, así como para entrenar a sus trabajadores en la operación de ésta, debe solicitar al profesional extranjero por medio de esta visa. De ninguna manera este profesional extranjero calificaría si el empleador necesitase de sus servicios de una forma permanente.

La visa H-2 no sustituye ni es equivalente en ningún momento a la tarjeta de residente (Green Card). Si el empleador piensa que puede solicitar primero una visa H-2 y después una permanente para ese mismo empleado y en esas mismas funciones, de seguro encontrará muchas dificultades para explicarles a las autoridades de inmigración las razones por las cuales primero habló de un trabajo “temporal” que luego se convirtió en “permanente”.

Una visa H-2 requiere de una certificación del Departamento de Trabajo de Estados Unidos, validando que el trabajador extranjero no está desplazando a un trabajador estadounidense. El empleador debe anunciar la oferta de trabajo en los periódicos y demostrar, a las autoridades con documentos, que no hubo respuesta al anuncio por parte de los trabajadores estadounidenses para desempeñar ese trabajo. Si el Departamento de Trabajo concluye que no hay trabajadores estadounidenses disponibles para ese puesto de trabajo, expedirá la certificación. El empleador debe enviar esa certificación al Servicio de Inmigración para que ellos aprueben la visa. La aprobación es enviada al consulado o embajada estadounidense donde le estamparán la visa en el pasaporte del trabajador extranjero.

Visa H-3

La visa H-3 es para aprendices. Se concede al trabajador extranjero que ingresa a Estados Unidos para recibir entrenamiento de un empleador estadounidense. Esta clase de visa se utiliza a menudo cuando una firma estadounidense desea transferir un empleado a Estados Unidos para entrenarlo. Un programa de entrenamiento auténtico es muy difícil de demostrar, por lo cual el empleador deberá comprobar:

1) Que el trabajador extranjero no obtendrá empleo remunerativo.

2) Que el programa de entrenamiento en realidad existe.

3) Que el entrenamiento no tiene el propósito de reclutar y entrenar personal extranjero para trabajar en las compañías estadounidenses. Un programa basado en repeticiones y aplicaciones prácticas de habilidades no constituye un programa de entrenamiento. Serán necesarias extensas explicaciones para poder demostrar al servicio de inmigración que, de hecho, el programa existe. Hay que presentar una descripción detallada de las fechas, tipo, horas empleadas, persona responsable y resultado esperado del entrenamiento.

Si bien es posible obtener una visa H-3 por todo el tiempo que dure el programa de entrenamiento, es muy difícil que el servicio de inmigración la apruebe por más de dos años.